Un Encuentro Para Compartir



En los próximos días estará disponible en nuestro Facebook la Nueva Fecha y toda la Info del Segundo Encuentro de Vale Cambiar.

Agradecemos y pedimos disculpas a tod@s l@s interesad@s en participar, ya que por razones de fuerza mayor debimos postergar la realización del Encuentro originalmente prevista para el 9 de abril de 2011.

En este Nuevo Encuentro compartiremos un agradable momento con aromas, sabores, buena música, exposición de Obras de Artistas de nuestra Ciudad y ejercicios de centración e integración grupal coordinados por las Lic. en Psicología Liliana Dutto y Adriana Retamoso, destinados a facilitar el Encuentro.

Reserva de Anticipadas: 343-155235130

Una Revista Para Compartir

Reiki

La palabra REIKI significa en japonés "Energia Vital Universal".-
Es un milenario sistema de sanación tan natural como lo es el fluir de la vida, que alcanza a todos los niveles de la existencia y procura traerlos a un estado de equilibrio, ayudandonos a encontrar el camino de regreso a la salud.-
Es un sistema holístico es decir que trabaja conjuntamente en todos los aspectos del ser humano, en su parte física, mental, emocional y espiritual.-
No se trata de ninguna religión ni dogma, no pone condiciones y funciona creas o no en él.-
Reiki es una técnica efectiva para prevenir enfermedades y equilibrar la energía del cuerpo y de la mente. Puede ser utilizado conjuntamente con cualquier otras terapias, no entra en conflicto con la medicina tradicional sino que es perfectamente compatible con ella, acelerando cualquier tratamiento recuperatorio.-
Quienes pueden recibir Reiki?
--Todas las personas de cualquier edad.-
--Las plantas, agua, medicamentos.-
--Los espacios físicos.-
--Todos los animales.-
El hilo conductor entre esa energía universal y el receptor es el reikista, quien ha recibido la iniciación y enseñanza de un maestro.-


LAURA NOEMI JUAREZ

Maestra de Reiki

Cuentos del Monte

El Sr. Aníbal

A todo este mundo de las plantas, de los verdaderos curanderos y curanderas, la mayoría de la gente lo relaciona con la vida rural; o en las ciudades, con la vida en los barrios.

También se lo vincula con los pueblos originarios, y con esa onda New Age enlatada para exportar o para “currar” un poco, que bien hace falta para llenar la olla.

Menos emparentado está este mundo con la comunidad científica y mucho menos aún con el mundo de las finanzas y las altas esferas políticas.

Por lo general esto es así, aunque hay excepciones.

Una de ellas es el caso del Sr. Aníbal D. cuyo nombre es ficticio en este cuento por razones de seguridad.

Aníbal es una de esas personas que siempre está rodeada de un séquito de empleados y colaboradores que andan como un enjambre a su lado, pasándose los celulares entre ellos como malabaristas, llenos de carpetas y accesorios de última tecnología.

Prácticamente no tiene vida privada por lo encumbrado de su jerarquía social y sus poderosas influencias. Pero lo que pocos saben es que Aníbal también es un gran Curandero y con mayúsculas.

Yo estaba terminando de organizar mi equipaje para ir a una Dieta, que así llaman los indios a un retiro y aprendizaje. La dirigiría Don Acevedo y yo sería su mano derecha en la organización y logística.

Suena mi celular desde un número que no conocía, atiendo y escucho la voz de Aníbal.

¿Ale? -preguntó-, ¿Podés hablar?

¡¡Aníbal!! Sí, dije yo, gratamente sorprendido.

Mirá, al final decidí ir a la Dieta, no me la quiero perder y menos si va a estar Don Acevedo, pero necesito que vos seas mi nexo empresario y político durante esta semana de aislamiento. Hildy va a ser la conexión para lo familiar y para lo de afuera, -dijo-. Pero necesito que vos seas el filtro en el campo, para todo lo demás.

Uy, pensé… ¿En qué me estoy metiendo?...

No hay problema, dije, contá con eso.

A la hora y media me pasaron a buscar sus colaboradores y me llevaron a su oficina, donde …¿saben quién estaba saliendo de su estudio? : …. Mmm….

…No, mejor no digo nada sobre quiénes estaban allí…

Después de dos horas de charla con unas treinta interrupciones, quedamos organizados.

Me dieron las llaves de un auto equipado para que me movilizara esos días y Jonás, el hijo de una de sus secretarias, me dio una “capacitación intensiva” en la tecnología móvil que íbamos a utilizar.

Llevábamos dos días de la Dieta, que duró seis días y medio, y todo iba saliendo como estaba previsto.

Don Acevedo iluminaba a todos con su erudición y sabiduría, inundando las cabezas y las almas, respectivamente. Yo no paraba de trabajar, hablar por teléfono y conducir desde el campo a la ciudad varias veces al día. Además estaba encantado de poder disponer de tantas horas cara a cara con Aníbal, a quien tanto admiro y con quien es tan difícil encontrarse.

A las seis de la mañana del tercer día de la Dieta, recibo un mensaje que decía:

“Código Teté – Pasamos a buscarlo a Aníbal en 45 minutos”

OK, escribí con resignación…

Nos despedimos de él con Don Acevedo. Ambos estábamos apenados por su temprana partida, porque es un hombre que nos da mucha seguridad y nos enseña a dirigir nuestros destinos.

Para mi también es una fuente de conocimiento y cada vez que estoy con él recibo algo así como una “actualización” política, económica y cultural.

Pero una de las cosas que más me acongojó de su despedida fue devolver las llaves del auto.

Un Sedan Volvo S80, azul oscuro, V8, AWD, 315 CV, motor a nafta de 4,4 litros y 8 cilindros, 440 Nm de par a 3950 revoluciones, 0 a 100 km/h en 6,5 segundos, transmisión automática Geatronic de seis velocidades, cámara de control de distancia de estacionamiento, sistema manos libres Bluetooth®, sensor de nivel, Homelink®, frenos HBA y RAB, ventanillas repelentes al agua, sistema de supervisión de la presión de neumáticos TPMS, SIPS, sistema de protección de impactos laterales, …

Seguimos en el próximo número con más yuyos y cuentos del monte. Salud!

Sr. Alejandro

Nutrición Emocional

¿Miedo al abandono o abandono de mi mismo?

La rapidez con la que experimentamos la vida actual, entre los múltiples estímulos y la agenda apretada de trabajo, planes y tareas cotidianas, tienden a dejarnos poco espacio para reflexionar acerca del modo en que cuidamos de nosotros mismos y a otros. Estamos saturados de objetos para cubrir desde el hambre a cualquier emoción que nos despierte malestar y la elección suele hacerse de modo automático por lo más próximo que tengamos para evitar el dolor.

Mientras los mandatos sociales y culturales nos exigen que cuidemos a los demás como modelo opuesto del autocuidado.

Les propongo empezar a reflexionar acerca del miedo al abandono y la culpa por no obedecer lo que nos fue inculcado, pues estas son las emociones que nos anclan en las mismas conflictivas, una y otra vez.

¿Me estoy nutriendo?; ¿Cuido de mí?; ¿Cómo busco sanar cuando me siento herido? Son algunas de las preguntas que pueden darnos una pista acerca del modo en que estamos viviendo, a fin de comenzar a ensayar nuevas formas de estar y vincularnos para tener la calidad de vida que nos merecemos.

Lo cierto es que no puedo cuidar de otros en tanto me sienta herido emocional o físicamente, o no lo haré de modo saludable, pues no puedo dar a los demás lo que en realidad, no tengo para mi mismo.

Solemos realizar un sinfín de trucos y malabares para que los otros nos miren con buenos ojos, para ser amados, respetados y cuidados, sin darnos cuenta muchas veces que nos abandonamos a merced de ellos, procurando fuera de nosotros mismos el amor, ese que nosotros mismos nos negamos a experimentar por nuestra propia singularidad.

Nos exigimos estar disponibles para nuestra familia, el trabajo y el resto de nuestros vínculos, sentir alegría cuando estamos tristes, hacer cuando necesitamos descansar y trabajar cuando queremos disfrutar, mientras nos criticamos constantemente, nos exigimos y evitamos constantemente el dolor que brotará seguramente desde donde no estábamos mirando.

La necesidad de amor es la característica humana por excelencia, sin el flujo del amor nos marchitamos. Por eso es importante de retomar nuestro dialogo interno preguntarnos, ¿que necesito para sentirme mejor, que pueda regalarme yo mismo? pues solo satisfacer nuestra necesidad puede regalarnos bienestar, ese que se reflejará en el resto de nuestros ámbitos.

Al respetar mis necesidades, aprendo a respetar las de otros, sincerándome conmigo mismo, fortalezco mi crecimiento y el de mis vínculos, como al comprender mi dolor más sentido, comprendo el de otros. Por ello desarrollar una mirada amorosa de mí, es la clave para vincularme mejor.

Al comenzar a aceptar mis virtudes y limitaciones entro en conexión amorosa conmigo mismo y solo entonces puedo desarrollar mis potencialidades para vivir digna y plenamente.

Lic. Adriana Retamoso

Meditación con Mandalas


Un mandala es un símbolo sagrado de sanación, totalidad, unión e integración con el universo.

Psicológicamente, los mandalas representan la totalidad de nuestro Ser y meditar con mandalas ayuda a curar la fragmentación psíquica y a restablecer nuestro equilibrio emocional; devolviéndonos a la idea de unidad que reside en nuestra memoria ancestral.

Observar un mandala, dibujarlo, pintarlo, o simplemente recorrer sus contornos con una birome son formas de meditación.

Chamanísmo Urbano

MIRCEA ELIADE (el primer investigador en chamanismo) DICE:
"El chamán, cuya vocación es señalada por alguna circunstancia extraña (un sueño, una enfermedad, un rayo) inicia su difícil aprendizaje, que puede durar muchos años y que se caracteriza por la experiencia iniciática de sufrimiento, muerte y resurrección ritual, vivida particularmente a través de rigores como el ayuno, dietas estrictas, veladas interminables, abstinencia sexual, dominio de la caza, la pesca y las artes cotidianas, conocimiento de las plantas medicinales y consumo de plantas psicotrópicas. En este tiempo, el iniciado aprende cantos, bailes, rezos, mitos y, en general, la cosmogonía y la historia de su pueblo."
Y pienso....
Los cambios de tiempo, exigen que esas experiencias iniciáticas no sean como las de los chamanes de las tribus primigenias...la mayoría de las personas dicen: " brujas??? eran las de antes, brujas? ya no existen..."
"chamán?? eso es de los aborígenes no de la civilización...para ser chamán tenés que irte sólo al monte a pasar hambre, tenés que ser un hermitaño..."
y pienso, cuantas situaciones iniciáticas pasamos nosotros para llegar a ser un chamán urbano? que finalidad tenía que el aspirante o la aspirante atraviese los rigores de la necesidad? esos rigores, imagino, hoy son reemplazados por otros, la soledad, la falta de pareja, la incomprensión, la discriminación, la enfermedad, la falta de dinero para la subsistencia... y creo que tiene la misma finalidad que las experiencias iniciáticas del pasado: EL DESARROLLO DE LA ESPIRITUALIDAD, EL ENCUENTRO CON LA DIVINIDAD INTERNA.
Cuando una persona se encuentra al borde del avismo, cuando alguien se encuentra tocando fondo, cuando alguien está transitando la carta de la torre, tiene siempre dos opciones, quedarse a llorar y lamentarse, que eso no implica el final de la situación, sino la prolongación del sufrimiento, o con las pocas herramientas que quedan en pie y las debiles energías que aún tiene, crear, inventar algo nuevo que le permita transformar la situación que transcurre. Esa experiencia la nutrirá de tal manera que tendrá algo para enseñar al que ante una situación semejante se queda a llorar. Para algunas personas este es un accionar pasa desapercibido, y no le interesa aprender de esa situación más que atravezarla, pero para un aspirante a chamán, esa es la experiencia iniciática que de ahora en más lo llevará a la intensa búsqueda de la palabra interna, de la divinidad, y en ella, en la búsqueda encontrará las oraciones, la danza, el conocimiento en hierbas, los ritos y todo lo demás...
El chamán es un guía espiritual o curandero de un pueblo o un grupo de personas, conocedor de lo ceremonial y lo sanador, pero por sobre todas las cosas en una persona en la constante busqueda de la divinidad.
No es el fin, sino el transcurso de una experiencia iniciática, lo que hace a un chamán.

Y aquí quiero recordar un parrafo de lo que Vicky Noble dijo en la Conferencia de la Diosa 2009, en Argentina:
"En el chamanismo femenino, en la espiritualidad de la Diosa, por lo menos como yo lo he enseñado a través del tiempo, les enseñe que lo significaba ser una sanadora era ser un pararrayo de esa energía y que no tiene que ver con ninguna técnica ni forma es más un establecimiento para permitir que estas vibraciones fluyan por tu cuerpo, para anclarte y establecerte de cierta manera que cuando haya una crisis tengamos un cierto tipo de movimiento natural automático hacia el problema, en cierto modo sería como enfrentarnos e ir hacia el problema en vez de retirarnos..."

Zulma Moreyra

Sacerdotisa de la Cruz del Sur

Obras de Ernesto "Oso" Ruiz



Agradecimiento: Al Dr. Mariano Jauregui por compartir con nosotros estas hermosas obras que hoy traemos para Ud.

La Menopausia Despreciada

Despreciar y desconocer el poder innato en la parturienta tiene una correlación evidente con el desprecio hacia la mujer madura. Porque ambas representan los dos polos del poder femenino. Observemos que ninguna de ellas están al servicio de la voracidad del varón, sino que están al servicio de la humanidad toda. Insisto en que la mujer más valorada socialmente es aquella que es bella a los ojos masculinos, para ser poseída. Sin embargo, la mujer que da a luz no es vista, y la mujer que desparrama sabiduría y experiencia tampoco es visa. Ambas potencias son ignoradas. Hay algo sobre lo que tendremos que reflexionar. Allí donde la mujer –en el parto y crianza de los hijos, y en la madurez de la sabiduría interior- despliega su mayor potencia, es donde el masculino dominante se tapa los ojos frente a la evidencia. En cambio, en los períodos donde la mujer es tomada por valores ajenos, es mirada y llevada a la cima de la admiración, a través del personaje de la doncella.

Que las mujeres maduras y menopáusicas no seamos consideradas maestras de la comunidad global es parte de la lógica masculina en la cual estamos todos incluidos. Para que el colectivo de mujeres podamos tener acceso a nuestra libertad, será menester reconocer que necesitamos la fuerza y el desapego de las mujeres mayores, que ya cuentan con la experiencia, la serenidad y la intención de enseñar a las más jóvenes aquello que ya no les puede ser negado: el conocimiento de los ciclos vitales femeninos. Que las mujeres menopáusicas ya no tengamos que criar niños, nos permite dedicar mucho tiempo a desarrollar pensamientos independientes de toda cultura corrosiva del alma. Ya hemos atravesado todo el crisol de experiencias. Ya resultan prescindibles las opiniones ajenas. Ya somos libres. Y la libertad nos convierte en mujeres absolutamente poderosas. Por eso, justamente por eso, somos despreciadas, convirtiendo en vergonzosas algunas arrugas, la necesidad de utilizar lentes, el hecho de portar un cuerpo un poco menos firme o perder algún atisbo de seducción. Ay, si supiéramos que se trata simplemente del miedo que produce el poder que está en nuestras manos, y que ahora nadie nos puede quitar. Si supiéramos que al cortarnos la cara para quitar alguna arruga, estamos cayendo en manos del deseo ajeno y perdemos poder. Si nos escondemos en seguridades aparentes, perdemos poder. Si volvemos a creer que somos menos valiosas que antes perdemos poder. Las mujeres jóvenes que en el futuro van a parir hijos y a criarlos, necesitan desesperadamente que las más maduras estemos allí, apoyando sus búsquedas, confirmándoles que el camino de cada una es el camino adecuado y que nada va a ser más verdadero que reconocer la esencia femenina que puja desde el útero de cada una de ellas.

Las ancianas exiliadas

La anciana es aquella mujer que ya no está en la escena cotidiana, que ya no tiene fuerza física para cuidar a los nietos o bisnietos, que ya no ayuda en los menesteres domésticos: ésa era tarea de la mujer madura. La anciana –que en nuestra sociedad está totalmente exiliada, acallada, apartada y silenciada- es aquella que guarda dentro de sí la sabiduría de la comunidad femenina en su conjunto. Ya no es su propia experiencia personal lo que tiene para ofrecer, sino el llamado conjunto de vivencias y certezas del universo femenino. Mientras las ancianas sabias estén desplazadas, las mujeres jóvenes estaremos perdidas. Sepamos que si una sola mujer, en la etapa evolutiva que sea, ha sido social e históricamente aislada y recluida es porque el peligro de irradiación de su poder ha sido inmenso

De todas maneras, tener muchos años no es sinónimo de sabiduría. Y ser físicamente una mujer tampoco es garantía de ser mujer-mujer, ya que la mayoría de las mujeres pensamos, actuamos y sentimos en formato masculino. Así hemos sido educados, niñas y niños, bajo modalidades de represión y desprecio del mundo femenino en todas sus formas. Por eso, ser mujer en las sociedades patriarcales es bastante más difícil que ser hombre. Y no hemos tenido algún tipo de contacto con el yo personal, despojándonos del “yo engañado”, podremos cumplir muchos años sin haber madurado emocionalmente.

Las mujeres jóvenes detectamos rápidamente a las mujeres mayores o ancianas que devienen maestras de vida. A veces no son familiares, ni personas cercanas. Es frecuente que las descubramos a través de libros o del arte. Decidamos guiarnos por mensajes que mujeres sabias envían desde sus canciones, sus actuaciones en cine, sus bromas, sus escritos, sus biografías no autorizadas o sus reportajes. Tratemos de reconocer quienes son las mujeres que nos guían cuando nos desviamos del camino personal, y recordemos que detrás de nosotras vienen más, que será nuestra obligación rectificar y someternos al destino, para aliviar y facilitar el camino de las mujeres jóvenes, el de sus hijos y el de los hijos de sus hijos.

Fragmento del libro “La Revolución De Las Madres”

Autora: Laura Gutman

Espacio Zen

La belleza está en los ojos de quién mira

Muchas veces nos empeñamos en huir de nuestro propio yo sin darnos cuenta de que es algo que nos acompañará siempre. Éste cuento de origen Árabe lo ilustra a las mil maravillas…

A un oasis llega un joven, toma agua, se asea y pregunta a un viejecito que se encuentra descansando:

¿Qué clase de personas hay aquí?
El anciano le pregunta:
“¿Qué clase de gente había en el lugar de donde tú vienes?”
“Oh, un grupo de egoístas y malvados” replicó el joven. “Estoy encantado de haberme ido de allí.”
A lo cual el anciano comentó: “Lo mismo habrás de encontrar aquí.”
Ese mismo día, otro joven se acercó a beber agua al oasis, y viendo al anciano, preguntó: “¿Qué clase de personas viven en este lugar?
“El viejo respondió con la misma pregunta: “¿Qué clase de personas viven en el lugar de donde tú vienes?”
“Un magnífico grupo de personas, honestas, amigables, hospitalarias, me duele mucho haberlos dejado.
“Lo mismo encontrarás tú aquí”, respondió el anciano.
Un hombre que había escuchado ambas conversaciones le preguntó al viejo:
“¿Cómo es posible dar dos respuestas tan diferentes a la misma pregunta?
A lo cual el viejo contestó:
“Cada uno lleva en su corazón el medio ambiente donde vive.
Aquél que no encontró nada bueno en los lugares donde estuvo no podrá encontrar otra cosa
aquí.

Aquél que encontró amigos allá podrá encontrar amigos aquí”

Agradecimiento: Al Sr. Andrés Bacigalupo por enviarnos este bello cuento de origen Árabe para compartir con Ud.

Ud. también puede participar en este proyecto cultural.

Para hacerlo envíenos a nuestra dirección de mail: valecambiar@gmail.com el material sobre espiritualidad, arte y/o sexualidad que desee compartir con nuestros lectores.

Vale Cambiar

Una Revista para Compartir…

Los Amantes

La persiana cerrada

deja en penumbras

todos los espacios de la oficina

y por un momento

nuestro secreto está a salvo de los demás.

El fichero sostiene tu espalda

y todos esos papeles sin importancia

caen sobre la alfombra

mientras mis besos descienden

lentamente por tu escote…

Uno a uno

desato los broches de tu blusa

y tus manos en mi pelo

apresuran impacientes el descenso…

Amo tu perfume.

Amo la tibia suavidad de tu piel

y tu respiración agitada

cuando mi boca en tu vientre

se acerca al fin

al límite prohibido de tus bragas…

Mis dedos recorren despacio

los contornos de tu intimidad

y en la precaria soledad de la oficina

vuelves a ser mía una vez más…

Que saben ellos?

Que nos importa

lo que digan los demás…


Alejandro Savino


Hacerme el Amor

En nuestra cultura, “masturbación” es una palabra sucia –incluso más que “sexo”- y se hace a la rápida en lugares sucios y feos, como los baños. De hecho, yo casi he dejado de usar la palabra masturbación, porque en realidad no describe lo que hago en mis sesiones conmigo misma, y he empezado a sustituirla por las palabras amor a mi misma o hacerme el amor.

En el pasado he sido renuente a describir mis sesiones personales, no sólo por un sentido de privacidad, sino porque enfatizo a mis alumnos que no hay otro método sexual que dejar que la energía suba por el cuerpo, y temía que ellos me copiaran mi estilo personal en lugar de desarrollar el suyo propio. Sin embargo, habiendo descubierto el lamentable estado del arte del amor a sí mismo y las dificultades que mis alumnos estaban teniendo con él, finalmente he incluido un capítulo sobre “cómo hacerlo”, o por lo menos, cómo yo lo hago. Por favor, no tome esto como una fórmula a seguir, sino sólo como un estímulo para su propia imaginación y creatividad…

En primer lugar, piense en qué lo excita. ¿La música romántica o el rock? ¿Las velas o el incienso? ¿Las revistas porno? ¿Las sábanas de raso, las alfombras de piel, las chimeneas? ¿La luz de la luna, las olas golpeando la arena, el aire cálido y húmedo en su piel? ¿El ponerse ropa interior sexy o unos jeans ajustados? ¿Las fantasías? ¿Los consoladores? Úselos. Úselos todos en cualquier combinación que quiera. Créese en su dormitorio o donde sea un ambiente erótico, utilizando tantas cosas excitantes y objetos hermosos como pueda.

Le convendrá empezar sus sesiones relajando el cuerpo en diversas formas, porque todos estamos estresados en exceso y el estrés psicológico y la tensión muscular interfieren con el flujo de energía en el cuerpo.

A mí me gusta tomar largos baños calientes o sentarme en una tina con agua tibia, rodeada de velas, incienso, flores, luz de la luna, permitiendo conscientemente que se relajen tantos músculos como me sea posible. Me lavo lenta y amorosamente con las manos desnudas, consciente de que ellas se conectan con mi corazón y llevan el impulso del amor a lo que sea que yo toque. Le presto mayor atención amorosa a las parte de mi cuerpo que no me gustan mucho, como mi vientre y mis muslos, y le doy un poco de estímulo a mis zonas erógenas.

Después de media a una hora en la tina, me seco y me doy masajes en todo el cuerpo con un aceite para estos efectos. Uso aceites vegetales como de almendra o de carozo de damasco, que compro en la tienda de alimentos naturistas, y les agrego un poco de mi perfume preferido. Una vez descubrí, cuando necesitaba un masaje y me era imposible pagar uno, que yo misma podía darme masajes en todo el cuerpo, con la excepción de un área muy pequeña en mi espalda. Los hombros, el cuello, la parte baja de la espalda, las nalgas, así como también los brazos, las piernas y la cabeza, son fáciles de alcanzar para eliminar las tensiones del día.

Cuando termino de recorrer todo mi cuerpo de una manera terapéutica, vuelvo a hacerlo pero en una forma sensual y tierna, acariciándome el rostro, el cuello, el torso, experimentando primero una sensación de sensualidad y de ternura en lugar de erotismo. Incluyo algo de ternura hacia mis zonas eróticas, pero no me concentro en ellas. Fantaseo, pude que me vista total o parcialmente en forma erótica. Traigo mi música o mis revistas, o lo que sea que me atraiga ese día. Tal vez acaricie mi cuerpo con alguna tela suave o plumas, u otras cosas con textura.

Cuando me siento sensual y lista, comienzo a estimular mis genitales, mis pezones y otros puntos de excitación, y a trabajar gradualmente la energía en forma ascendente hacia ese punto justo antes del orgasmo que quiero utilizar como mi meditación.

Las mujeres que no están familiarizadas con la masturbación necesitan descubrir la estimulación adecuada de los pezones y el clítoris y mantener húmedo el dedo que trabaja en este órgano. La manera más sencilla de hacer esto es regresarlo a la vagina con frecuencia, porque generalmente ahí hay la cantidad suficiente de humedad del tipo preciso. La saliva también sirve, o se puede tener a la mano un poco de aceite en un bol u otro recipiente apropiado, para no romper el ritmo destapando frascos y vertiendo. Si le cuesta descubrir su punto mágico, intente con la parte superior de la columna del clítoris, hacia arriba del hueso púbico y hacia los lados, en lugar de hacia el final o la “cabeza” de él.

Encuentro que cuando me he estimulado cerca del orgasmo, tengo suficiente sensación en la vagina y alrededor de los labios vaginales, y en ese momento los dedos o un consolador aumentan las sensaciones totales en forma dramática. Descubra los puntos tanto internos como externos que le agradan, y aprenda a utilizarlos junto con otras formas de estimulación tal como la clitórica.

Una vez que haya explorado el interior de su vagina y descubierto cuán suave, tibia y erógena es y qué la excita allí, también puede desarrollar una técnica de caricias que le va a resultar muy placentera a usted y a un pene, si es que tiene uno adentro. Inténtelo primero con sus dedos adentro, de modo que usted misma pueda sentir las amorosas sensaciones de las caricias. Primero contraiga el músculo pubo-coxígeo y luego empuje hacia fuera, como si estuviera expulsando algo de la vagina. Adquiera un ritmo cómodo, contrayendo, empujando hacia fuera, contrayendo, empujando hacia fuera. El efecto interno es un delicioso tipo de caricias u ordeña de cualquier objeto que esté adentro para recibirlas.

Fragmento del libro “El Amor A Sí Mismo -Tantra y Autoerotismo”

Autora: Margo Woods

Lubricantes Saborizados

Llegaron al Sex Shop de calle Belgrano 15 de Paraná los Lubricantes Saborizados Comestibles FLY NIGHT!

El uso de lubricantes aumenta el placer sexual ya que aplicados sobre las zonas erógenas producen una suave excitación que intensifica y facilita las relaciones sexuales.

Los Lubricantes Saborizados FLY NIGHT están disponibles en tres sabores -FRUTILLA, MENTA y CHOCOLATE- y son comestibles; por lo que garantizan un nuevo sabor en tus relaciones…

Estos Lubricantes son ideales para la práctica de sexo oral y, como todo lubricante, también pueden usarse para masajes y especialmente en dildos y juguetes.

En el Sex Shop de calle Belgrano 15 de Paraná también encontrará gran variedad de dildos, juguetes, disfraces y accesorios para su placer al mejor precio.

El local ofrece además el servicio de venta a domicilio (343-4231421) pensado para la privacidad y comodidad de l@s clientes.

Info: www.intimosexshop.com.ar

Segundo Encuentro de VALE CAMBIAR

El Segundo Encuentro se realizará en Paraná, el día 9 de abril de 2011.

Las tarjetas estarán disponibles en el mes de marzo de 2011 y para facilitar la integración el cupo máximo es de 30 participantes.

La propuesta es compartir un lugar y un momento para charlar, relacionarnos y conocer a otras personas que atraviesan emociones parecidas a las nuestras.

Compartiremos rituales, aromas, sabores, buena música y ejercicios de centración e integración grupal coordinados por las Psicólogas Liliana Dutto y Adriana Retamoso, destinados a ayudarnos a transitar los miedos inevitablemente asociados a la soledad.

Nuestra vida puede cambiar.

Solo tenemos que dejar que las buenas cosas comiencen a pasar...


Para más información escríbanos a:

Mail: valecambiar@gmail.com

Facebook: Vale Cambiar

Namaste

“Toda la tierra es una sola alma, y somos parte de ella”
Canción Mapuche

Un mandala para pintar

FUCKING CABRÓN - Rock del Monte







¿Qué es meditar?

Es respirar suave, de forma pareja y profundamente, conservando en eje la columna vertebral.

La meditación refiere a algunas prácticas formales cuyo objetivo es observar la mente llevándola lentamente a la concentración y el contacto con los propios contenidos (los pensamientos). Por lo general, confundimos la mente con sus contenidos: recuerdos, los deseos, los valores, entre otros. Nuestra mente no es lo que pensamos.

Muchas personas creen que no se puede dominar el pensamiento. Les parece irremediable que los pensamientos vengan y tomen el mando de la mente. Lo primero que necesitamos comprender es que todos esos contenidos de la conciencia, que expresamos en los pensamientos no son otra cosa que nuestras propias creaciones.

Meditar, para algunas de las tradiciones orientales, no es pensar en algo fijo, sino por el contrario, es estar en calma para poder conectarnos, para observarnos nosotros mismos. Es la experiencia de observar tanto nuestro cuerpo como nuestra mente sin juzgarlos, aceptándonos. Por eso, meditar no es algo que se aprende, sino que es dejar surgir libremente lo que somos, sin interrumpirnos. Dejando que las cosas sean como son. Es dejarse ser.

El hacerlo en un espacio libre como es nuestra propuesta, desde Vale Cambiar tiene como objetivo que aprehendamos a estar conectados con nosotros mismos en la vida cotidiana, con sus ruidos, distracciones, imprevistos y molestias, a fin de que expandamos nuestra conciencia para ser lo que queremos ser y en realidad ya somos.

Adriana Retamoso

Lic. en Psicología

Cuentos del Monte - El Chiric Sanango

El Chiric Sanango es una planta del Amazonas de la que nunca me voy a olvidar. Y es precisamente por cómo me ayudó a recordar, que garantizo que no pasará a engrosar la larga lista de mis olvidos.

Estando en la Selva, hace muchos años, Don Tayi Palomeque, un viejo curandero Kalpa, me dijo:

Usted es un auténtico gringo, aunque sea de pelo negro y ojos negros. Tiene la piel blanca. Y no es blanco, es peor que eso: es un gringo, dijo, y se echó a reír.

Je, je, salía de mis dientes, sin entender mucho, porque hasta ahí el Maestro Tayi, se había comportado siempre muy distante y serio. Y la verdad es que eso de gringo me lo había tenido que aguantar tantas veces que ya no me causaba ninguna gracia. En mis viajes y estudios en la Selva fue siempre una constante. ¡Aquel gringo!, con desprecio, escuchaba que decían refiriéndose a mí, sin conocerme. Sólo por mi aspecto gallego-tano-argentino.

Pero –prosiguió Tayi-, a pesar de ser un cerdo gringo,…

¡Epa, epa! – dije, haciéndome el gallito (por entonces yo era un joven aprendíz que se creía “el iluminado” o Maradona, o algo por el estilo). Aflojemos un poco con eso y vayamos al centro de la cuestión, Don Tayi. ¿Puede ser?”

Cómo no, dijo el “brujo” (que ya se estaba poniendo cabrón). El centro de la cuestión es que usted, mi joven amigo, es un cerdo gringo.

Yo bajé la mirada como para relajarme, y debajo de su ruana liviana, color mostaza, veo una botella de caña o de ginebra.

La pucha, me dije, lo único que me faltaba, se puso en pedo el Maestro, y está buscando roña…

Mire Don Tayi, le dije levantándome como para irme, mejor seguimos mañana, hoy fue un día muy intenso. Quédese usted tranquilo, disfrutando de su licorcito. Yo me voy a descansar.

¡Nada de licorcito! ¡Y qué descansar ni qué descansar!- Dijo con voz fuerte y enojadísimo. ¡Usted se queda acá!

Y ya se puso inesperadamente tensa la situación.

A pesar de ser un gringo maricón, me dijo, como son todos los gringos, le voy a convidar esta Medicina. Es para el frío.

¡Tome! ¡Sólo dos vasos! ¡¿Entendido?!

Y con un fuerte golpe clavó la botella en el piso de tierra, enfrente de mí, con tal precisión que quedó enterrada unos centímetros.

Se fue sin despedirse, con el ceño fruncido y se perdió en el monte espeso dejándome solo y realmente atónito.

Yo miraba la botella y pensaba:

¿Y a éste? ¿Qué le agarró? Hace tiempo que vengo estudiando con él y nunca se había puesto así. Qué mal momento, pensé. ¿Cómo seguirá esto?

Se puso frío rápidamente como todas las noches.

Yo miraba la botella.

Hasta que robóticamente la agarré, me serví dos vasos y me los tomé como Tayi me lo ordenó.

Me fui a mi choza y me preparé para relajarme y pensar en otra cosa.

Pasó una hora más o menos. También pasó toda la bronca y el disgusto.

Y en vez de dormir me puse a recordar. Pero lo que recordaba no eran sucesos, lo que recordaba era Amor. Recordé todos los abrazos. Recordé todas las sonrisas. Recordé todo pero todo, todito el amor recibido por mí hasta ese momento. Las canciones de mi Madre, sus pañuelos y sus cuidados, el beso, la ternura, cuando me llevaba a la escuela. Mis cumpleaños. Recordé una a una todas las caricias recibidas. Los regalos.

Todas las miradas tiernas, cálidas. Pero no algunas: ¡TODAS!

Poco a poco me fui transformando en un gran depósito de Amor, que limpió cada una de mis vísceras y mis venas dejándolas cristalinas como el agua de la Quebrada, para seguir recibiendo amor sin ningún límite aparente.

Cada uno de los más queridos, amigos, amigas, primos, perros, gatos, todos los seres vivos que pasaron por mi vida dándome amor. El abrazo y la sonrisa querida, el SúperPerro moviendo su cola y saltando, Dora emocionada al verme, la abue Mare,… No eran sólo algunos momentos de cariño los que recordaba: ¡eran TODOS y cada uno de ellos! Desde bebé hasta ese día. Hasta esa fría noche.

Los besos, el sexo, los labios. También estaban allí.

El tiempo se hizo un chicle. El Amor era una represa que acababa de explotar.

¡Y explotó!

Estaba apenas amaneciendo y llega el Maestro Tayi.

Yo estaba llorando, por supuesto. Había colapsado mi sistema de recepción de amor y cariño. Estaba parado en la puerta de mi choza con una remera de algodón, de mangas cortas, como si estuviera en un tour caribeño, siendo la temperatura de unos pocos grados arriba de cero.

Y el hombre, poniéndome su ruana mostaza sobre los hombros, me dijo: “Pues Alejandro, si no lo hubiera maltratado yo a usted un poco la noche de ayer, no hubiera resistido todo esto. Habría caído en un pánico. Habría sido una hoja tan pequeña y seca, que el mínimo rayo de luz la hubiera calcinado”.

“Ninguno que no esté preparado resiste el calor tan intenso del Chiric Sanango. Cura el frío. Una sola hojita ayuda a pasar las noches como estas. Pero principalmente cura el frío del Alma -me dijo-, y lo cura para siempre”.

Y me cantó:

Nai nai nai

Chiric Sanango

Tronco y rona-á, medicina…

Desperté esa mañana

Y vi cuánto te necesitaba…!

Cuánto quería yo aquellos ojos…!

Cuánto era lo que te amaba…!

Y otra vez los bolsos, otra vez las despedidas, y otra vez afrontar el mundo después de tantas cosas nuevas y distintas.

“Adiós Don Palomeque, gracias por todo”…le grité asomándome por la ventanilla de un Mini Bus.

¡Adiós! ¡Gringo maricón! Gritó Don Tayi.

¡Grrrrr! Hice yo. Y una nube sinuosa de tierra seca y humeante dejaba ver sólo su mano saludándome.

Seguimos en el próximo número con más yuyos y cuentos del monte. Salud!


Sr. Alejandro

DE LAS RELACIONES ADICTIVAS A LAS RELACIONES ILUMINADAS

TANTO SI VIVES SOLO COMO SI VIVES EN PAREJA, la clave es estar presente e intensificar progresivamente tu presencia mediante la atención al ahora.

Si quieres que florezca el amor, la luz de tu presencia debe ser lo suficientemente intensa como para no verte arrollado por el pensador o por el cuerpo-dolor, ni los confundas con quien eres. Conocerse como el Ser que está debajo del pensador, la quietud que está debajo del ruido mental, el amor y la alegría que se encuentran debajo del dolor, eso es libertad, salvación, iluminación.

Desidentificarse del cuerpo-dolor es llevar la presencia al dolor y así transmutarlo. Desidentificarse del pensamiento es poder ser el observador silencioso de tus pensamientos y de tu conducta, especialmente de los patrones repetitivos de tu mente y de los roles que representa tu ego.

Si dejas de investirla de «yoidad», la mente pierde su cualidad compulsiva, formada básicamente por la constante tendencia a juzgar y a resistirse a lo que es, creando así conflicto, drama y más dolor. De hecho, en el momento en que dejas de juzgar y aceptas lo que es, eres libre de la mente. Has creado espacio para el amor, para la alegría, para la paz.

PRIMERO DEJAS DE JUZGARTE A TI MISMO; después dejas de juzgar a tu pareja. El mayor catalizador del cambio en las relaciones es la aceptación total de tu pareja tal como es, dejando completa- mente de juzgarla y de intentar cambiarla.

Eso te lleva inmediatamente más allá del ego. A partir de entonces todos los juegos mentales y el apego adictivo se acaban. Ya no hay víctimas ni verdugos, ni acusadores ni acusados.

La aceptación total también supone el final de la co-dependencia; ya no te dejas arrastrar por el patrón inconsciente de otra persona, favoreciendo de ese modo su continuidad. Entonces, o bien os separáis —con amor—, o bien entráis juntos más profundamente en el ahora, en el Ser. ¿Es así de simple? Sí, es así de simple.

El amor es un estado de Ser. Tu amor no está fuera; está en lo profundo de ti. Nunca puedes perderlo, no puede dejarte. No depende de otro cuerpo, de otra forma externa.

EN LA QUIETUD DE TU PRESENCIA puedes sentir tu propia realidad informe e intemporal: es la vida no manifestada que anima tu forma física. Entonces puedes sentir la misma vida en lo pro- fundo de los demás seres humanos y de las demás criaturas.

Miras más allá del velo de la forma y la separación. Esto es alcanzar la unidad. Esto es amor.

Aunque es posible tener breves atisbos, el amor no puede florecer a menos que estés permanentemente liberado de la identificación mental y tu presencia sea lo bastante intensa como para haber disuelto el cuerpo-dolor, o hasta que puedas, al menos, mantenerte presente como observador. De ese modo, el cuerpo-dolor no podrá arrebatarte el control y destruir el amor.

Fragmento del libro “PRACTICANDO EL PODER DEL AHORA” de ECKHART TOLLE http://formarse.com.ar/libros_gratis/libros_gratis.htm

Cuando me amé de verdad...

Cuando me amé de verdad… Comprendí que en cualquier circunstancia yo estaba en el lugar correcto, en la hora exacta, en el momento exacto, entonces, me relajé… Hoy sé que eso tiene nombre… AUTOESTIMA.

Cuando me amé de verdad… Me di cuenta que mi angustia y sufrimientos emocionales no pasan de ser una señal de que voy en contra de mis verdades… Hoy sé que eso es… AUTENTICIDAD.

Cuando me amé de verdad… Dejé de desear que mi vida fuese distinta y comencé a ver que todo lo que sucede contribuye a mi crecimiento… Hoy a eso le llamo… MADUREZ.

Cuando me amé de verdad… Comencé a entender cómo es ofensivo forzar alguna situación o a alguien sólo para realizar mis deseos… Hoy sé que el nombre a esto es… RESPETO.

Cuando me amé de verdad… Comencé a despojarme de todo lo que no fuera saludable… personas, tareas y cualquier cosa que me desanimara. En principio, mi razón me llamó la atención acerca de esa

actitud de egoísmo… Hoy sé que se llama… AMOR PROPIO.

Cuando me amé de verdad… Dejé de temerle a mi tiempo libre y de hacer grandes planes. Abandoné proyectar a muy largo plazo. Hoy hago lo que considero correcto, lo que me gusta, cuando quiero y a mi propio ritmo… Hoy sé que eso es… SIMPLICIDAD.

Cuando me amé de verdad… Desistí de querer tener siempre la razón y con eso cometí menos errores… Hoy descubrí… LA HUMILDAD.

Cuando me amé de verdad… Dejé de revivir el pasado y de preocuparme por el futuro. Ahora, me mantengo en el presente, que es donde la vida realmente ocurre… Hoy vivo, un día a la vez… Eso es… PLENITUD.

Cuando me amé de verdad… Entendí que mi mente puede perturbarme y decepcionarme. Pero cuando la coloco al servicio del corazón, se torna una enorme y valiosa aliada…Todo eso es… SABER VIVIR

Charles Chaplin

(Tomado de la Red)

El Mundo

Un hombre del pueblo de Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al alto cielo.

A la vuelta, contó. Dijo que había contemplado, desde allá arriba, la vida humana. Y dijo que somos un mar de fueguitos.

-El mundo es eso –reveló-. Un montón de gente, un mar de fueguitos.

Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás. No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y juegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende.

Eduardo Galeano

El Libro De Los Abrazos

El Árbol

Y voló como lo hacen los pájaros, desplegó sus largos brazos hacia arriba y con el sólo propósito de quererlo, lo logró. Se enredó en mares de oxígeno y hojas, se envolvió en lluvias de colores que lo sostenían, giró cabeza abajo y desde esa perspectiva observó el mundo.

Eligió uno de los árboles del monte y allí se quedó. Sus manos grandes y fuertes se dejaron enamorar por el aroma de los viejos penitentes, de pronto y con gran asombro sintió que la savia de ellos corría por sus venas y que por las ramas de ellos su sangre.

Estaba tan a gusto en ese lugar que pensó que podría ser así toda su vida.

Pensó en cómo había vivido hasta aquí: siempre buscando y ahora encontrando.

Algo dolió en su pecho: se acercaba el momento de tomar una decisión. Decisión que podría devolverle una vida plena de libertad y placer pero sus pies estaban aún muy arraigados a la tierra -no como lo estaban los árboles desde sus raíces, sino como lo están los pies de los humanos a la seguridad y lo conocido-.

Le dio una y otra vuelta a la situación…buscó la manera de ser parte de ese mundo maravilloso y verde sin perder éste otro, sólo que a “éste otro” también lo necesitaba.

No quería soltarse de esos lazos que lo unían al follaje. No quería dejar de pisar la tierra.

Abandonó la lucha contra sus deseos y se dejó acunar por las ramas.

Soñó que era árbol. Se ramificó confundiéndose con él: ya no existía su cuerpo, su cuerpo se había transformado en árbol. Toda su vida pasó delante de sus ojos dormidos durante el tiempo que duró su sueño. Despertó y supo que estaban hermanados y que aunque tuviera que alejarse siempre aquél sería su lugar.

El hombre bajó con sus pies de humano y se despidió amorosamente de su amigo -notó que él soltó una lágrima- avanzó unos pasos, las hojas le tendieron una alfombra que lo acompañaron en su camino. Miró hacia atrás y pensó que tal vez ya no necesitaría volver, llevaba al árbol en su corazón.

Virginia Lobo

Sexualidad Lúdica

La pérdida del deseo sexual en la pareja es sin dudas el signo de nuestro tiempo.

El ritmo de vida que llevamos, el estrés, la rutina y las preocupaciones económicas y laborales tienen mucho que ver con el surgimiento de este grave trastorno que inevitablemente afecta la estabilidad de la pareja y que puede llevarla a la disolución.

Pero hay muchas cosas que sí podemos hacer para restaurar deseo sexual en nuestra pareja.

Una cena íntima, masajes con cremas o aceites esenciales, prolongar el juego previo, probar nuevas prácticas sexuales, animarnos a cambiar los roles cotidianos e incorporar juguetes o disfraces son algunas de las muchas alternativas que siempre están a nuestro alcance.

Nada como el juego para escapar de la rutina…

En general, nuestra sexualidad se basa en la reiteración de los mismos roles y en la monotonía de las mismas posiciones repetidas mecánicamente y en los mismo lugares; lo que quita toda posibilidad de vivir nuevas sensaciones.

Pero nuestra sexualidad como expresión humana, es mucho más que el breve desahogo orgánico con el que culturalmente se asocia, confundiendo sexualidad con reproducción.

Nuestra sexualidad es comunicación, creatividad, expresión y juego compartido.

Y solo basta con atrevernos a probar para descubrir un nuevo mundo de sensaciones, aromas, sabores y sonidos que siempre han estado latentes y que son parte de nosotros mismos.

Por ello, y para hacer más atractiva nuestra vida sexual, es importante buscar alternativas que potencien la estimulación de nuestros sentidos.

Vendar los ojos de nuestra pareja y jugar a descubrir las texturas y los sabores cotidianos, es sin dudas una buena alternativa para mejorar nuestra vida sexual.

Solo debemos animarnos a jugar y a explorar juntos esas nuevas sensaciones.

La manera en que los adultos jugamos es con la sexualidad y como en todo juego es muy importante el papel de la imaginación para explorar nuevas cosas que rompan la rutina.

Es importante animarnos a jugar y darnos permiso para experimentar las nuevas sensaciones que, sin dudas, renovarán todos los aspectos de nuestra relación de pareja mejorando nuestra calidad de vida.

E. M.

Los Amantes

Tu perfume

y el tibio calor de tu piel

de nuevo entre mis brazos.

Este mágico instante

después de hacernos el amor

cuando todo parece detenerse alrededor…

Mi boca

acaricia sin prisas tu cuello

y tu respiración se estremece una vez más

sabiendo que pronto

debemos dejar la habitación.

Mañana en la fiesta de la oficina

estarás con él

y mi corazón

pagará el precio por tener que compartir tu amor…

Sé que no vas a dejarlo.

Que la Virgen De Los Amantes conjure entonces el tiempo

y que perdure para siempre

este prohibido momento de los dos…

Alejandro Savino