Salud - Una buena postura

En general, nunca somos conscientes de nuestro cuerpo. Tal vez solo un poco cuando sentimos un dolor. Pero casi nunca prestamos atención a la respiración, a nuestra postura, o a lo que sucede en nosotros mientras realizamos las actividades cotidianas.

Una buena postura mejora nuestra autoestima y previene y alivia los dolores cervicales y de espalda.

Si por nuestras ocupaciones pasamos mucho tiempo sentados, lo normal es que nos dejemos caer sobre el asiento, encorvando la columna y aflojando los músculos del abdomen. Pero esa posición, que inicialmente puede parecer cómoda, con el tiempo daña nuestra espalda y propicia un mal hábito que debemos corregir.

Tenemos que corregir nuestra postura cada vez que notamos que estamos encorvados.

Esta simple rutina de prestar atención a la posición de nuestra espalda previene contracturas y dolores y marca una nueva tendencia mucho más saludable.

Ejercicio para aliviar el dolor cervical

La mayoría de las molestias en la zona cervical se deben al mantenimiento durante lapsos prolongados de posturas rígidas que acumulan tensión en los músculos del cuello.

Para contrarrestar esos efectos, debemos volver a conectarnos con el movimiento

y la flexibilidad del área cervical.

Sentados, con la espalda derecha, mirando hacia el frente, con los hombros relajados y las manos apoyadas sobre las piernas; dejamos caer la cabeza hacia adelante llevando el mentón hacia el pecho.

Luego, inspirando por la nariz, llevamos lentamente la cabeza hacia atrás sin forzar los músculos del cuello. Exhalando, volvemos hacia el frente y repetimos tres veces el movimiento.

Luego, respirando, llevamos lentamente la cabeza hacia un lado y hacia el otro, como si quisiéramos mirar por sobre los hombros. Repetimos tres veces y volvemos al centro.

Luego, inclinamos la cabeza hacia los lados de manera lateral, como llevando las orejas hacia los hombros. Repetimos tres veces y volvemos al centro.

Para finalizar, suavemente y sin forzar los músculos del cuello, realizamos tres giros completos hacia cada lado.

Este simple ejercicio que no requiere más de unos pocos minutos, nos permitirá tonificar los músculos del cuello y nos devolverá la flexibilidad perdida.

Namaste.

Historias de vida - Carta del Abuelo

Agradecimiento: La siguiente es una carta que tardó 33 años en llegar. Fue escrita por el abuelo Juancho para su pequeño nieto Sebastián y permaneció oculta entre las páginas de un libro de cuentos hasta el día que el pequeño destinatario, ya convertido en hombre, abrió el viejo libro olvidado y la carta cayó a sus pies.

Agradecemos a Sebastián por compartir con nosotros este hermoso recuerdo que hoy traemos para Ud.


Paraná, 8 de junio de 1976

El Gato Malo

Querido Sebastián, hoy he dejado de contarte una cosa muy importante.- No quise decirte, porque no sé cómo iba a caerte.-

No sé cómo le caería a un niño como vos que todavía no ha cumplido los tres años.- Una Noticia tremenda: ¡EL GATO MALO HA MUERTO!.-

Lo pisó un auto y lo he visto en la calle tirado en la cuneta.- Vos hubieras querido verlo y te hubieras encontrado con algo nuevo, con una cosa muy fea, te vendría un sentimiento confuso, mezcla de dolor y pena.-

Ya no veremos más aquel hermoso gato gris, aparecer, a la tardecita por la pared del fondo de la casa.- Ya no veremos más el salto que daba sobre el tronco del viejo jazmín manga para saltar desde menor distancia al suelo.- Ya no lo podremos espiar mas desde la ventanita del pasillo y no tendremos más temores de que nos coma el terito que te regaló la abuelita Blanca.-

Si algún día de estos, llegas a preguntarme por qué no viene mas el gato malo, yo tendré que mentirte y decirte que no lo sé.- Tú me entenderás algunos años después, cuando sepas un poquito más de la vida y de la muerte… Cuando sepas que el pobre gato no era malo, que lo hacía por instinto, cuando sepas de que el hombre, tiene una vara rara para medir, que un animal es bueno o malo, de acuerdo a los beneficios que de él recibe o de los perjuicios que le ocasionan.-

Yo no he podido decirte.- Tú no lo podrías comprender: ¡Cómo iba a morir el personaje principal de tu cuento preferido!

Juancho

Cuentos del Monte - El Cebil

Poderoso y duro de domar, con un espíritu y un carácter tan fuerte, que entrar en contacto con este maravilloso árbol, lo llena a uno de magia pero a su vez de temor.

Gracielita iba cantando una canción que un brujo cabrón había cantado dos noches atrás en una Ceremonia. Iba por el monte, con su pelo rojo cobre… Parecía una mujer celta con su camisa blanca, sencilla, y un chaleco tejido. La canción decía:

“Florcita de Alelí,

¡Qué lindos colores!...

Derecho es el caminitoy…

a veces serpentea ainini…

y vuelve a ser derechitoy naná, nanay…

De pronto dejó de cantar y dijo:

“Mire Alejandro! Aquí está!”

Era un enorme Cebil.

Tal vez era El Abuelo. Y si no lo era, seguramente se trataba de una figura indiscutida y relevante de aquella espesura.

Miré hacia arriba y un temblor desde sus ramas me dejó sin respiración. Exagero un poco, pero sólo un poco.

Las hojas de esta Acacia son bellísimas y sutiles. Dan ganas de acariciarlas y tirarse en un colchón de ellas. Sus verdes medios, nítidos y vibrantes se mezclan delicadísimamente con pequeñas perlitas amarillas como terciopeladas. Son exquisitas. Pero juntas, con las vainas oscuras, en pequeños grupos, con el fondo coloradonegro de la madera….¡Mi Dios!

¡Se transforman en algo fantasmagórico!

De verdad. ¡Dan miedo!

Nos quedamos en silencio.

Luego le canté al árbol, Gracielita le sopló tabaco y recogimos las vainas del suelo con semillas adentro. Volvimos a la casa, y después de unos mates, me despedí de esta encantadora celta-rosarina y de su esposo Luis, y me interné en el monte otra vez.

Durante la noche llegó el espíritu, por decirlo de alguna manera, y las hojas vinieron a verme, a enseñarme, y me danzaron como dándome la bienvenida a su mundo mágico.

Difícil de entender, por eso digo mágico.

En Paraná hay hermosos ejemplares de Cebil, blanco y colorado, y en el Museo de Ciencias Naturales, en calle Gardel, hay un recipiente hecho por los habitantes originarios de esta zona que muestra cómo lo utilizaban.

En el mismo museo hay un libro donde se ven diseños y arte pictórico prehispánico relacionado directamente con en esta Planta Maestra.

Y frente al mismísimo museo ¿qué hay? Hay un Cebil.

Nos seguimos viendo en el próximo número con más yuyos y cuentos del monte.

Sr. Alejandro

No crear más dolor en el presente

Ninguna vida está completamente libre de dolor y tristeza. ¿No es cuestión de aprender a vivir con ellos más que de tratar de evitarlos?

“La mayor parte del sufrimiento humano… es creado por uno mismo mientras la mente no observada maneje nuestra vida.

El dolor que usted crea ahora es siempre una forma de no aceptación, una forma de resistencia inconsciente a lo que es. En el nivel del pensamiento, la resistencia es una forma de juicio”. A modo de ejemplo debería ser… “En el nivel emocional, es una forma de negatividad. La intensidad del sufrimiento depende del grado de resistencia al momento presente, y esta a su vez depende de la fuerza de su identificación con la mente. La mente siempre busca negar el Ahora y escapar de él”

“cuanto más capaz sea de honrar y aceptar el Ahora, más libre estará del dolor, del sufrimiento y de la mente egótica”

“necesitamos la mente, así como el tiempo, para funcionar en este mundo, pero llega un momento en el que se apoderan de nuestra vida y ahí es donde se establecen la disfunción, el dolor y la tristeza.”

“La mente, para asegurarse el control, busca continuamente cubrir el momento presente con el pasado y el futuro, y así la vitalidad y el potencial infinitamente creativo del Ser, que es inseparable del Ahora, queda cubierto por el tiempo, la verdadera naturaleza queda oscurecida por la mente. Se ha acumulado una carga cada vez más pesada de tiempo en la mente humana. Todos los individuos sufren bajo este peso, pero también siguen aumentándolo a cada momento, siempre que ignoran o niegan el precioso momento o lo reducen a un medio para obtener un momento futuro, que sólo existe en la mente, no en la realidad.”

“Dése cuenta profundamente de que el momento presente es todo lo que tiene. Haga del Ahora el foco primario de su vida. Mientras que antes usted habitaba en el tiempo y hacía breves visitas al Ahora, establezca su residencia en el Ahora y haga breves visitas al pasado y al futuro cuando se requieran para manejar los asuntos prácticos de la vida. Diga siempre "sí" al momento presente. ¿Qué podría ser más fútil… que crear resistencia interior a algo que ya es?”

Acepte lo que es.

“Diga "sí" a la vida, y observe cómo esta empieza súbitamente a funcionar a favor suyo y no contra usted.

El momento presente a veces es inaceptable, desagradable u horrible.

“Es como es. Observe cómo la mente lo etiqueta y cómo este proceso de etiquetado, este continuo permanecer en el juicio”, según valores propios con los que interpreta cada situación “crea dolor e infelicidad. Al observar la mecánica de la mente, usted sale de sus patrones de resistencia y puede entonces permitir ser al momento presente. Esto le permitirá probar el estado de libertad interior de las condiciones externas, el estado de la verdadera paz interior. Entonces vea qué ocurre y actúe si es necesario o posible. Acepte, después actúe. Cualquier cosa que contenga el momento presente, acéptelo como si usted lo hubiera escogido.”

Pregúntese ¿qué emoción estoy sintiendo ahora?, ¿Qué necesito?¸ ¿Cómo necesito?, y finalmente, ¿Para qué?

“Esto transformará su vida milagrosamente”.



Fragmento del libro: El Poder del Ahora - Un camino hacia la realización personal*

Autor: Eckhart Tolle

Comentarios: Lic. Adriana Retamoso

*Descarga gratuita en la página: http://www.linksole.com/121opn


Ganesha

Obra de Javier Solari

Obra de Ernesto "Oso" Ruiz de finales de los 80











Agradecimiento: Al Dr. Mariano Jauregui por compartir con nosotros esta hermosa obra de arte que hoy traemos para Ud.

Flores para Mariana

Hace unos días el frío de junio pareció darnos un respiro;

y con el calor, volví a sentir la presencia de mi cuerpo…

Y al instante vi que las paredes, las calles y los autos eran sólidos de nuevo

No sé cuánto tiempo pasó desde la última vez que el mundo no tenía muros.

La vida, o los condicionamientos culturales, van solidificando nuestro entorno.

Es que como sociedad, hemos elegido en algún momento cristalizar la realidad que percibimos.

Pero la realidad y el universo son fluidos.

Y esa aparente sensación de seguridad que encontramos en lo sólido, no solo que es aparente;

sino que además, nos aleja del resto de las cosas.

Por eso el amor es sagrado.

Y vuelve a darnos siempre y en el mismo instante de su llegada,

los sueños y las alas que perdimos ya hace tiempo.

Tan poderoso es su pulso que destruye de un golpe todo o casi todo el entorno que habíamos inventado buscando seguridad.

Capítulo I

La vida de Mariana no tiene nada anormal.

Egresó de la facultad de derecho a los 25 años y a los 27 se casó con Martín.

Con los 30 llegó Francisco y trajo con él la concreción de todos los sueños que el destino parecía haber previsto para ella.

Hoy tiene 35 años, dos hijos, trabaja en uno de los bufetes de abogados más importantes de la ciudad,

y tiene sexo una o dos veces por semana.

Últimamente discute mucho con Martín,

generalmente por tonterías,

pero ya los dos se han acostumbrado a eso.

En el fondo tienen una buena relación.

Una relación normal.

Además ir a terapia le ha ayudado mucho.

No es que estuviera mal

pero el trabajo, y los chicos que ya van creciendo y necesitan más atención,

y la rutina de todos los días;

han hecho que hasta su carácter cambie un poco.

Por eso hoy trata de buscar un poco de tiempo para ella entre todas las obligaciones cotidianas;

Aunque a veces, siente que con eso no le alcanza.

Capítulo II

Después de que el transporte llevó a los chicos al jardín, volvió a despertar a Martín que como todos los lunes no quería ir a trabajar;

Y salió para la oficina un poco corta de tiempo como siempre.

La mañana en la oficina, entre las audiencias y los escritos que había que presentar tuvo mucho de caos.

- Odio los lunes –dijo Laura mientras trataba de ordenar la pila de papeles que cayó del escritorio.

- Bueno, no culpes al lunes de los daiquiris del sábado a la noche –contestó Rocío con más envidia que burla.

- No te preocupes, que a la tarde nos tiene que contar todo con lujo de detalles -aclaró Mariana recordando la vigencia de ese ritual de los lunes por la tarde, cuando Laura, la única soltera de la oficina, comparte con sus amigas las aventuras del fin de semana.

Todas echaron a reír descomprimiendo así por un momento el estrés de la mañana.

Ciertamente esa buena relación con sus compañeras de trabajo ocupaba hoy un lugar muy importante en su vida.

También era feliz con su profesión.

Por eso no entendía por qué se sentía así…

Poco después de la una buscó a los chicos y regresó a casa.

Martín, con su habitual mal humor, comenzó a discutir con Francisco a mitad del almuerzo.

- Lo vas a hacer llorar…

- ¡Deja de defenderlo por favor! Porque es culpa tuya que sea tan malcriado. Termino de almorzar y me voy a dormir y más vale que no haga ruido –sentenció Martín ejerciendo todo su poder en la mesa familiar.

A los chicos les hacía mucho mal ese ambiente de conflicto que siempre generaba el papá.

Sobre todo porque esa forma de vivir iba, de uno u otro modo, haciéndose parte de su propia personalidad.

Las discusiones con la madre, los reproches por casi todo y la violencia hacia ellos son rasgos de Martín que ella trataba de suavizar aunque no siempre con éxito

- No llores, papá te quiere mucho. Pasa que hoy está un poquito cansado pero cuando se levante va a jugar con vos y con tu hermanito. ¿Quieren un chocolate?

A las cuatro de la tarde, con la niñera, llegó la hora de prepararse para volver al trabajo.

Se despidió de los chicos y le recomendó a Nancy que no hicieran ruido hasta que Martín se levante de la siesta; y salió para la oficina sin saber que el control que hasta ese momento mantenía sobre su vida estaba próximo a cambiar.

Hoy podemos ver con claridad que ese mundo que ella había construido no podía perdurar.

Pero en aquel momento, en ese lunes, su realidad era la única que existía.

Y puede decirse que en cierto modo era feliz.

Poco después de las seis de la tarde entró Laura a su oficina con media docena de rosas.

- Mariana, un cadete acaba de traerte estas rosas –dijo mientras buscaba en sus ojos una explicación-, no tienen tarjeta, agregó.

-Hay, este Martín… dijo ella mientras recordaba la discusión del mediodía.

Como no lo voy a perdonar, pensó luego, si después de todo para él tampoco debe ser fácil la vida que llevamos.

Igual, no puede tratar así a los chicos. Esta noche voy a hablar con él, se dijo mientras olía el perfume de las rosas.

Capítulo III

Las complicaciones del trabajo hicieron que se demorara en la oficina más de lo previsto.

Y cuando llegó a casa ya todos dormían.

Al acostarse se abrazo a Martín y le dijo al oído que estuvo muy bien lo de la tarjeta; procurando de esta manera comenzar la charla que quería tener con él

- ¿Que tarjeta? –respondió Martín sin entender de que le estaba hablando.

Y en ese instante el mundo dejó de ser el mismo para ella.

- No, no, perdoname, es muy tarde y vengo muy acelerada del trabajo y quería contarte que me ofrecieron una nueva tarjeta de crédito; pero seguí durmiendo,

mañana te cuento.

Obviamente ella al momento comprendió que no había sido él quien le envió las flores.

No sé a qué hora pudo finalmente conciliar el sueño tratando de descubrir quién habrá sido el que se las envió.

Al día siguiente, la puerta de vidrio de la oficina le hizo ver que se había arreglado demasiado para un día normal de laburo.

Para antes de las diez de la mañana el brillo en sus ojos ya la había delatado frente a sus compañeras.

- ¿Pero quien será? –preguntó Roció

- Yo me muero si alguien me hace algo así -dijo Laura.

- Convengamos querida, que vos con mucho menos te morís a cada rato –replicó Rocío para quien la vida de soltera de una mujer no debía pasar de los 25 años.

-No tengo idea y además estoy casada. Me gustó el detalle. Pero cuando de la cara voy a aclararle que no tengo ningún interés en engancharme en esa aventura –dijo Mariana poniendo fin precariamente al tema.

Y es que en el fondo y aún cuando ella nunca estuvo de acuerdo con la infidelidad; esto de las rosas había hecho que de nuevo se sintiera una mujer.

También le trajo un gran reproche a la vida de pareja que llevaba con Martín (que no le regalaba flores desde el nacimiento de Camila).

No sé bien si fue la falta de sueño o la forma en que Martín trataba a los chicos; pero el breve almuerzo del martes terminó con una fuerte discusión.

Y prefirió volver más temprano a la oficina.

Para las seis de la tarde ya no pudo concentrarse en el trabajo.

Pero tampoco a esa hora dio señal alguna su misterioso admirador

- Ese hijo de puta no puede no aparecer –dijo Laura que para esa altura ya vivía las flores como propias.

- ¿Te dijo algo el cadete cuando te dio las flores? –preguntó Mariana dejando ver un poco de preocupación en el tono de su voz.

- No, estaba entrando a la oficina, me paró y me dijo que traía esas flores para Mariana. No te preocupes tanto que seguro que ya va a aparecer, agregó Laura tratando de calmarla.

- Seguro que son de algún cliente y el cadete perdió la tarjeta de camino, viste como son los cadetes, andan todo el día drogados -dijo Rocío queriendo dar ya por terminado el tema.

Puede ser, dijo Mariana que ya había descartado por completo esa posibilidad.

Por la noche, mientras regresaba a su casa, con las bocinas de los autos descubrió que el semáforo y su vida habían cambiado de color…

Y que esas flores le habían hecho mucho más feliz de lo que hasta para ella misma estaba dispuesta a admitir.

Volvió a sentir que estaba viva

y todo aquello que antes del matrimonio era tan común en sus días.

Se descubrió mujer

Y finalmente tuvo que asumir

que con Martín

ya no era feliz…

Capítulo IV

El miércoles se arregló como nunca

Y decidió ir de compras ni bien pudiera zafar un rato del laburo.

Después de todo y aunque pasara lo que pasara con lo de las flores nada impedía que se permitiera al menos soñar un poco con eso.

Descubrió que su guardarropa estaba bastante anticuado y que su corte de pelo había pasado de moda.

Y supo también que cuando apareciera el de las flores,

tal vez

diría que si...

Obviamente Martín no advirtió su nuevo color en el pelo

ni tampoco que esos tres minutos de sexo de mitad de semana no llegaron a excitarla.

Pero en realidad Mariana no podía dejar de pensar en las rosas y en la vida que hoy quería para ella.

El jueves por la mañana habló con su madre por teléfono.

Siempre tuvo una buena relación con ella.

- Mariana, no te dejes llevar por esas sensaciones,

pensá en tus hijos, Martín es un buen hombre

y tienen una buena vida juntos.

Todos atravesamos por malos momentos. Pero el secreto está en ponerle al matrimonio la magia y los deseos que hoy querés encontrar en otro lado.

El jueves por la tarde comenzó a dudar.

Tal vez por la charla con su madre o por el silencio del supuesto admirador que seguía sin aparecer.

No sé bien por que,

pero sus ojos no brillaban como ayer.

- Mamá tiene razón, pensó.

Martín es un buen hombre

y tenemos una buena vida juntos

y de verdad se sintió mal…

Pensó también que tal vez esas flores ni siquiera eran para ella.

- Seguro que el cadete, drogado como dice Rocío, se había equivocado de dirección.

Esas flores no podían ser para ella.

Además, su vida estaba bien como estaba

y se prometió dejar de pensar en todas esas cosas de una buena vez por todas.

Lamentablemente esa noche Martín volvió un poco tarde y muy cansado del fútbol,

pero le prometió que el viernes los llevaría a cenar…

Después de un rato,

cerró sus ojos

y trató de dormir…

Capítulo V

El viernes por la mañana, al salir de una audiencia llamó al estudio para avisar que regresaría por la tarde,

fue hasta un café en el centro

y apagó el celular.

Realmente necesitaba pensar.

¿Tenía sentido todo esto?

¿Podría volver a enamorarse de Martín?

Y al preguntárselo, tal vez sin saberlo, se paró de nuevo frente a la encrucijada del camino.

Ahora tenía que elegir.

O continuaba con su vida actual, fingiendo no ver el problema;

O se animaba a descubrir hasta donde lleva ese nuevo sendero que se abría frente a ella.

Y es ese en realidad

el verdadero problema.

Qué hacemos con nuestra vida.

Aferrarnos a la estructura generada por el condicionamiento social es siempre una alternativa.

Pero tarde o temprano

llegaremos de nuevo a esa misma encrucijada del camino

que presenta ante nosotros

la posibilidad de ser feliz…

Los Griegos explicaban la naturaleza del amor diciendo que:

“En el comienzo estábamos juntos,

con cuatro brazos y cuatro piernas;

pero en nuestra juventud no sabíamos

amar.

Al ver esto

los Dioses en su infinita bondad

nos separaron en dos cuerpos y nos enviaron a distantes lugares del universo.

Y desde entonces

nos buscamos…

Y yo debo agregar que

cada vez que nos acercamos al amor

nos acercamos también

a esa otra parte de nosotros mismos

y algún día,

cuando hayamos aprendido,

volveremos a estar juntos

con cuatro brazos y cuatro piernas…

Poco después de las seis de la tarde

llegó al estudio una tarjeta para ella.

Al instante reconoció la letra.

Y sus ojos,

Volvieron a brillar…

Fin

Norberta

Todos sabemos de la trágica y romántica muerte de Pancho Ramírez; quien entregó su vida para salvar la de su amada Delfina...

Sabemos también algo de La Delfina; esa cuartelera portuguesa, hábil con los hombres como ninguna y muy bella también...

Pero casi nada se sabe sobre Norberta Calvento; aquella hermosa muchacha a la que el traidor de Artigas -según la historia oficial-, despreció para irse con La Delfina pese al compromiso contraído con su padre.


Dibujo: Marcos Aumassanne


Pérdida del Deseo Sexual en la Pareja

SEXUALIDAD
Sin culpa, sin prejuicios y sin "pecado"

Advertencia:
Esta sección contiene material que puede afectar
la sensibilidad de algunas personas


Cada vez son más las parejas que pierden el deseo sexual.

Este grave trastorno afecta la estabilidad de la pareja y puede llegar a ser la causa de la separación.

La “falta de deseo sexual” o “apatía sexual” puede surgir por problemas orgánicos (hormonales, etc.) o de relación (discusiones frecuentes, sospechas de infidelidad, etc.); pero la investigación actual muestra que en la mayoría de los casos la baja del deseo se produce como consecuencia del estrés.

El ritmo de vida que llevamos y las preocupaciones económicas y laborales tienen mucho que ver con este trastorno; ya que nuestra predisposición y las cosas que estamos viviendo aumentan o disminuyen el deseo sexual.

Entonces es importante tomar un curso de acción decidido para recuperar el deseo sexual antes de llegar a la separación.

Según el Dr. Juan Carlos KusnetzoffLa mayoría de los pacientes de ambos sexos, consultan porque baja el deseo sexual. Y quedan esperando las “ganas”, los “ratones”, que antes, espontánea-mente tenían. Cuando se les pregunta…. “muy bien…. usted no tiene ganas…. pero, ¿si lo provocan…. lo encuentran?, un porcentaje significativo de pacientes, responde que sí”.

Programar una cena romántica, el dialogo, la literatura o las películas eróticas, los masajes con aceites esenciales, la lencería y los juguetes para adultos; son algunas de las alternativas que están a nuestro alcance para tratar de restaurar el deseo sexual que el estrés ha perdido.

Pero todo, depende de dos…

Tips para Sexo Oral

Para ellos:

- Es importante incluir la estimulación de los testículos. Esto resulta muy excitante para la mayoría de los hombres.

- El pene debe estar bien lubricado.

- Recuerda que los puntos de mayor sensibilidad en el varón se encuentran en la cabeza del pene y en el punto g.

Para ellas:

- Para muchas mujeres recibir sexo oral es el modo más placentero de tener un orgasmo. Pero lo cierto es que muy pocos hombres saben cómo brindar buen sexo oral a una mujer. Por eso, si lo haces con un hombre, es muy importante que le digas cual es la forma, el ritmo, la fuerza y la presión que te agrada recibir.

- La estimulación del clítoris debe hacerse con una buena lubricación.

- Es muy importante que estés cómoda con tu vello y con tu higiene íntima para disfrutar de una buena relación oral.

E. M.

Los Amantes

Tus manos se aferran al respaldo

mientras desato uno a uno

los broches de tu blusa.

Mi boca desciende lentamente por tu cuello

mientras mis dedos

recorren el encaje de esas bragas

que de un tirón arranco de tu piel…

Esta secreta pasión vuelve a latir entre nosotros

y apresuras con ansias

mi descenso…

Vuelves a ofrecer para mí

el prohibido perfume de tu intimidad

y con fuerza

te empujas a mi boca …

En el edén improvisado de este cuarto de hotel

vuelves a ser mía una vez más

y el reloj de la mañana

se detiene por un instante

para nosotros dos…

El teléfono suena.

Debemos dejar la habitación.

Alejandro Savino