
Un mandala es un símbolo sagrado de sanación, totalidad, unión e integración con el universo.
Psicológicamente, los mandalas representan la totalidad de nuestro Ser y meditar con mandalas ayuda a curar la fragmentación psíquica y a restablecer nuestro equilibrio emocional; devolviéndonos a la idea de unidad que reside en nuestra memoria ancestral.