Poliamor

La crisis de la pareja monogámica tradicio-nal es sin dudas el signo de nuestro tiempo.

Los problemas de relación, la infidelidad y la pérdida del deseo sexual en la pareja resultan hoy tan frecuentes que se han convertido en la regla predominante en este deteriorado tipo de relación.

En ese contexto, el movimiento del poliamor surge como una solución posible frente a una forma de relación tradicional en vías de superación.

El poliamor consiste en una relación amorosa, estable y duradera en la que participan más de dos personas de manera simultánea y con pleno conocimiento y aceptación de todos los involucrados.

Como funciona? Partiendo del formato de pareja tradicional, el poliamor abre la posibilidad de incluir nuevos vínculos de amor que se suman al vínculo original.

Pero en lo que suceda en la nueva polipareja no hay lugar para la traición.

Es decir, si uno de los miembros de la pareja tradicional quiere sumar un nuevo vínculo necesita el acuerdo del otro. Así, a la relación de amor original se suman nuevas relaciones que son parte de una nueva realidad.

No se trata solo de sexo como en el caso de los los swingers o de quienes incorporan un amigo/a a su pareja; sino de establecer nuevas relaciones de amor con más de dos integrantes.

No es necesaria ni la convivencia de todos los integrantes de la relación ni tampoco que todos mantengan contacto sexual.

El amor, la honestidad y el respeto del otro y de sus necesidades son algunos de los elementos esenciales en este tipo de vínculo que crece en todo el mundo.

Puede que la idea de superación de la pareja monogámica aún resulte chocante para algunos de nosotros; pero lo cierto es que las estadísticas sobre el crecimiento de la infidelidad e infelicidad en la pareja tradicional desde hace tiempo marcan esa necesidad.

La sexóloga brasileña Regina Navarro Lins, en su libro “La Cama Reb/velada - Pasado, presente y futuro del sexo y del amor”, explica que en un tiempo cercano el matrimonio experimentará profundas transformaciones y que las parejas podrán relacionarse con otras personas estableciendo lazos afectivos o familiares, ampliando y multiplicando su vida sexual.

Además no podemos negar que en otros sentidos, el poliamor ya es parte de nuestra vida en muchas de las relaciones que entablamos, donde lo común es “amar” a varias personas al mismo tiempo (hijos, hermanos, amigos, etc.).

La sexualidad va perdiendo al fin ese punto de vista moral al que siempre estuvo sometida, y comenzamos a comprender que no hay otra forma de despojarnos de los prejuicios, la culpa, las vergüenzas y los miedos con los que fuimos educados.

¿Es hora de reconocer eso que nos pasa todo el tiempo y nadie se atreve a admitir?

E. M.