El Enfoque Gestáltico procura una visión integradora y holística de los seres humanos, donde las personas son participantes y se encuentran comprometidas en lo que acontece, obsequiando valor especial a las dimensiones: Afectiva, Intelectual, Sensorial, Social, Espiritual, Emocional y Fisiológica.
En esta oportunidad les propongo centrarnos en el área afectiva, debido a su incidencia en la persona total y en los vínculos. En la actualidad solemos rotular nuestras emociones como buenas o malas cuando en realidad “...cada emoción es una luz de tonalidad específica que se enciende e indica que existe un problema a resolver...” (LEVI; Norverto.(2000), La sabiduría de las emociones. Pág. 9. Plaza & Janés Editores. S.A.)
Y que las emociones “...se convierten en problemas cuando no sabemos cómo aprovechar la información que nos brindan...” (LEVI; Norverto.(2000), La sabiduría de las emociones. Pág. 9. Plaza & Janés Editores. S.A.)
A fin de proporcionar nuevas forma de relacionarnos con nosotros mismos y favorecer el autoconocimiento les propongo fijarse internamente sobre el sentimiento de la culpa.
En la Culpa: existe un conjunto de normas que circunscriben las prácticas permitidas y las proscriptas, el encargado interno de recordarnos lo que consideramos valioso es nuestro aspecto interior culpador quien suele señalar cuando se han infringido los códigos, esta señal no es en todos los casos mala, pues su propósito es que la persona tome contacto con esta situación del sentimiento de culpa, a fin de reparar el daño cometido.
Es decir que la culpa en su faceta funcional, sirve a fin de restablecer el equilibrio, respecto al código interno de la persona, estableciendo el respeto al código. Por ejemplo el mandato “no robaras”; “no dañaras a otros”, entre otros.
Debido a esto la función de esta señal seria anoticiar acerca de un problema a resolver; se transforma en disfuncional cuando a este sentimiento, el aspecto culpador le añade descalificación y castigos ante el incumplimiento del código interno, lo cual genera sufrimiento dificultando la resolución del conflicto. Generalmente cuando se establecen normas muy rígidas y generales que no permiten excepciones aparece este sentimiento en forma disfuncional. Por ello es necesario contextualizar, flexibilizar y dar más precisión a la norma.
De allí la importancia de encontrar en el aquí y ahora que necesito hacer cuando aparece este sentimiento.
Lic. Adriana Retamoso