Pocas

Que de las pocas cosas solo hoy un reflejo de veredas quedo. Un pequeño tiempo, una imagen que separa estados concientes. Si, es la razón la reja que separa tu mundo del mío. Es la locura conciente y el placer del valor el espectro que reblandece nuestras vidas.

Pero sin embargo no queda momento de resurrección. No queda sazón alguno en mirar tu rostro afeado por la crueldad que ofrece saber algunas cosas.

Entonces entiendo que ninguna balanza es perfecta, y me remito a los números del alma para entender el por que.

Dadá