Tiempo para pensar...

Fin de año es un tiempo convenido socialmente, que marca un cierre y un comienzo, es por ello que se genera al igual que para los cumpleaños un balance acerca del proyecto vital, es necesario que tomemos registro de las expectativas con las que comenzamos este año, a fin de que la “medición” que realicemos acerca del resulto nuestro proyecto, no se convierta en una tortura.

Es importante considerar en primer lugar como somos tratados por nuestro aspecto interior exigente, pues el repasará todo lo que prometimos para esta misma altura el año pasado, y de acuerdo a su nivel de exigencia, nos felicitará o atormentará internamente, por ello es importante revisar el modo en que construimos nuestro proyecto vital.

No existe un proyecto mejor que otro, tampoco una medida verdadera para “medir” como nos vivimos, cada persona realiza su mejor esfuerzo cada año, independientemente de los resultados que obtenga, pues estos serán medidos de manera personal, de acuerdo a las creencias, expectativas, sentimientos de haberse quedado atrás o haber cumplido con las expectativas sociales (hogar, carrera o profesión, trabajo, vínculos sociales) también suele mirarse a otros de la misma edad a fin de evaluar, si hemos cumplido o no con lo necesario para la edad que tenemos.

Los Pendientes son actividades, cuidados, vínculos y tareas que nos comprometemos a realizar durante el transcurso del año y por una razón u otra no realizamos. Es necesario que miremos en primer lugar como estamos viviendo aquí y ahora a fin de realizar un proyecto acorde a nuestra realidad actual, esto quiere decir que si soy una persona que suelo dejar muy poco tiempo para mis propias necesidades, comenzar diagramando un año en el que además de comenzar una actividad física, visitaré al médico/a, me alimentaré saludablemente a fin de perder peso, comenzaré a estudiar o a realizar actividades artísticas y pasaré más tiempo con mis amistades, o dejaré algún habito perjudicial para mi salud, mientras sostengo, mi casa, familia y trabajo, son expectativas imposibles de lograr en la mayoría de los casos.

Es necesario comenzar por lo que necesito para sentirme mejor conmigo misma y con el resto de mis vínculos y esta será una elección personal. Sostener el más mínimo cambio al principio implica mucha energía pues solemos tener hábitos arraigados y agendas abarrotadas de responsabilidades. El mantener cambios y convertirlos en parte de mi rutina diaria es un arte, donde inciden múltiples improvistos que entorpecen la ejecución de mi plan. No se trata de no tener fallas, sino retomar el camino elegido por mí y para mí.

Es importante tener presente que si me siento mejor conmigo estaré mejor predispuesta para mi familia, trabajo y amistades y sin importar las interrupciones continuar con lo que elegí incorporar para tener una vida más saludable, de este modo bajo el nivel de exigencia y el proyecto se hace más sencillo de producir, lo cual servirá de experiencia positiva de anclaje para modificar otras áreas de mi vida como deseo.

Es necesario a fin de poder cumplir mis expectativas realizar un balance diario acerca de la forma en que estoy viviendo, de este modo podré efectuar y sostener los cambios que necesito hacer para tener cada día un poco más, de la vida que quiero para mí.

Lic. Adriana Retamoso