
Ajusto suavemente la venda de tus ojos
y tú pasión
vuelve a desatarse para mí…
El deseo de tu piel
procura anticiparse una y otra vez
a las caricias con las que recorro poco a poco tu cuerpo.
Tus manos impacientes
se aferran con más fuerza al respaldo de esta cama de hotel
mientras con mis besos
transito lentamente el camino de tu intimidad…
Mis dedos llegan a tus labios presagiando el placer
y recorro con mi boca
los contornos de esa ligas que llevas solo para mí…
Subo despacio
siguiendo el prohibido deseo de tus instintos
y me empujas a tu piel
y en un instante,
vuelves a ser mía una vez más…
Se que luego regresarás con él
y que para mí
solo quedarán los recuerdos de estos secretos momento de los dos…
Pero teniéndote aquí, de nuevo entre mis brazos
comprendo que el amor
tiene que ver con el perfume
no con la flor…