Por la noche
cuerpos crudos, rancios
piel desollada
expandida en la mesa
privados de sol y luz
tu cabeza
entre mis órganos vitales
sacias tu sed
entre mi corriente sanguínea
arrancas los miembros
brindas con infusiones
el paladar coagulado
y dejar reposar.
Mariela Pacheco Albornoz